Billie Rea, una niña de 11 años de Tasmania, salvó a un pequeño tiburón que fue sorprendido por una marea saliente y quedó atrapado a poca profundidad entre rocas.
El escualo vio cambiar su suerte cuando la pequeña, sin temor, lo sacó de la que se convertiría en su tumba y con cuidado, lo llevó a aguas profundas.
La madre de la niña, Abby Gilbert, dice que su hija siente mucha empatía por los animales y no es la primera vez que ha ayudado a ciertas especies en situaciones críticas.
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