Con una aguda voz en alemán, Franzi, una pequeña robot que se dedica a limpiar el suelo en una clínica de Múnich, cuenta a los enfermos y al personal de salud que no quiere crecer y que su trabajo es su pasión.
Tres veces a día, la robot recorre el vestíbulo, donde pacientes se dedican a platicar y hasta “discutir” con ella, e incluso le piden que cante, lo que representa una interacción positiva en estos tiempos de pandemia.
Franzi tiene algunos obstáculos, no alcanza las esquinas y se queda muy quieta mientras derrama “lágrimas” digitales, hasta que alguien la viene a ayudar, lo mismo que si alguien se interpone en su camino.
VIDEO: YouTube AFP Español
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