En Australia, la perrita Peggy se hallaba en su paseo habitual cuando encontró una urraca maltrecha y herida, por lo que avisó a su dueña Juliette, quien de inmediato se llevó a casa al ave para atenderla.
La mujer buscó a un especialista y la urraca se recuperó en cuestión de una semana, pero esta última mostró un especial interés por la can y de inmediato se apegó a ella y empezó a imitarla.
Según Juliette, la perrita de un año suele tener miedo a las urracas, pero con esta se mostró muy preocupada. Ahora la singular pareja quedó grabada para demostrarnos que los vínculos existen a pesar de las especies.
0 COMENTARIOS